Esta corta pero sostenible época de la historia cultural británica abarcó la adhesión de Eduardo VII en 1901, su muerte en 1910 y el comienzo de la Primera Guerra Mundial en 1914. Influencia hasta alrededor de 1920. Esta era una época de felicidad ilimitada por un lado y violenta rebelión y emancipación por el otro. El rey Eduardo se había casado con una de las mujeres más bellas y civilizadas: Alexandra de Dinamarca. La reina fue un icono de la moda y la gracia para el público en general.
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